Origen Historico




            En sus inicios, la industria del software adoptó un enfoque organizativo tayloriano, al igual que la mayoría de las industrias del momento. Este enfoque propugna la especialización de funciones como método organizativo. Bajo tal enfoque, el proceso de construcción de software se concibe como un conjunto de tareas altamente especializadas donde está claramente definido el papel de cada categoría profesional:
  • El analista tiene como cometido analizar un problema y describirlo con el propósito de ser solucionado mediante un sistema informático.
  • El diseñador realiza, con base en el análisis, el diseño de la solución
  • El analista tiene que delimitar el análisis para ver lo que se quiere hacer inicialmente y después darle al usuario nuevas opciones de uso.
Evolución de la profesión

Hoy día, estas funciones han quedado claramente obsoletas a pesar de que la categoría profesional sigue existiendo como tal. Los avances de la ingeniería del software en su corta vida han puesto de manifiesto que estas funciones no son suficientes para lograr un mínimo éxito en el desarrollo de software.
Las funciones más relevantes que faltan son:
  • Dirección (de proyectos), para dirigir los recursos hacia el resultado deseado.
  • Educción de requisitos, para determinar el comportamiento que se espera del software.
  • Garantía de calidad, para garantizar las expectativas del cliente.
  • Diseño, para que exista una mínima certeza de que el software es viable y eficaz con la tecnología existente.
  • Gestión de configuración, para controlar el caos a medida que el software crece.
Estas funciones han sido adoptadas en muchos casos por analistas, pero no son materia específica de esta profesión. En algunas organizaciones (y en algunos países) la profesión ya no existe, siendo sustituida por otras figuras tales como el ingeniero de software, el jefe de proyecto, el modelador de software, o el analista-programador. Esta última figura es muy popular ya que resuelve los típicos problemas de comunicación que existían entre analistas y programadores. Estos problemas se deben a la extrema idealización de la especialización de funciones.
Es deseable también que el analista de sistemas tenga conocimientos -al menos básicos- de usabilidad. Ya que cualquier sistema que no esté al servicio de los usuarios o diseñado pensando en el usuario, no tiene mucho sentido.
Perfil tradicional del analista
El perfil tradicional del analista es analizar.
Las cualidades que se esperan de un analista son esencialmente la capacidad de abstracción y de análisis. Los conocimientos que requiere son aquellos relacionados con las técnicas de análisis de sistemas de información:
Todas estas son materias propias de la titulación denominada Ingeniería Informática.